Antiguamente, se conocía como “ciclópea” a una técnica constructiva basada en la utilización de bloques de piedra de grandes dimensiones que, superpuestos y vinculados entre sí, sin ningún tipo de argamasa o mortero, permitían materializar diversas estructuras. Las civilizaciones a las que se les atribuye la utilización de esta técnica son muy diversas. La misma ha sido aplicada con distintas funciones que van desde la construcción de murallas defensivas, talayots, navetas, nuragas, templos, tumbas y límites de castros. En general, suele asociarse con este tipo de género a cualquier construcción antigua que utilice elementos pétreos de gran tamaño, cuyo aparejo sea más o menos poligonal.
El hormigón ciclópeo, también llamado concreto ciclópeo, no es más que la hibridación entre esta antigua técnica y los recursos constructivos contemporáneos. Lo que diferencia al hormigón ciclópeo del hormigón simple es esencialmente el tamaño del agregado grueso. El hormigón ciclópeo, incorpora en la masa de concreto piedras de grandes dimensiones, como pueden ser cantos rodados (en el hormigón simple, el agregado grueso suele tener ciertos límites dimensionales asociados a la separación de los hierros o la resistencia requerida, rondando un máximo de 1 pulgada) y, además, en general carece de armadura (mientras que el simple puede o no ser armado, dependiendo de su función).
Por su economía (ya que el mayor volumen de piedras disminuye el volumen de cemento) fue tradicionalmente utilizado en la construcción de cimentaciones, (esta aplicación fue gradualmente sustituida y actualmente se encuentra en desuso por las restricciones técnicas que posee para soportar grandes cargas), obras hidráulicas en lechos marinos y ríos, muros de contención y solados.
En la arquitectura contemporánea, la técnica aún es utilizada en ciertos casos donde los requerimientos estructurales lo permiten (porque las resistencias requeridas son bajas, o porque los muros directamente no reciben cargas significativas, funcionando como tabiques de cerramiento). En el proyecto para el Parque Venecia, por ejemplo, Héctor Fernández Elorza y Manuel Fernández Ramírez dan forma a un muro ciclópeo de 100 metros de largo y 10 metros de altura. En este caso, los muros componen una infraestructura urbana de carácter lineal que no soporta más que su propio peso, ya que su función es generar una barrera acústica que mitigue y disipe la contaminación sonora generada por el tráfico del sitio, protegiendo a las viviendas de la zona. En este caso, como las dimensiones de los elementos son colosales, la piedra también colabora en la reducción del aglomerante (cemento) y la disminución del costo final de la obra, ya que en general este suele ser el componente más caro de la mezcla.
En la Casa Del Horizonte de Jesús Aparicio, los muros perimetrales se componen con un hormigón ciclópeo formado por piedras de una cantera ubicada en las proximidades de la vivienda. Esta decisión está basada, por un lado, en la idea de reducir el impacto ambiental de la obra, potenciando la utilización e materiales a km 0 (que, por ser obtenidos de manera local, reducen las emisiones de carbono generadas por su transporte) y, por el otro, en búsqueda de diálogo entre la arquitectura y el entorno. Según los autores, "la textura rugosa de los muros verticales (ciclópeos) hace que la naturaleza los reconozca como algo propio, al facilitar que los líquenes, los musgos y las plantas del lugar aniden en ellos".
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En otros casos como la Casa 1413 de HARQUITECTES o la Casa Angatuba de messina | rivas, los elementos que se incorporan como agregado grueso son directamente escombros o piedras de demolición. Esto no solo colabora en la reducción de costos, sino que también reduce los desperdicios generados por la remoción de las construcciones previas. En el caso de la Vivienda 1413, se reutilizan las piedras de un muro existente y áridos propios del solar, que al mezclarse con dosificaciones específicas de cal y cemento permiten constituir muros de carga. En el caso de la Vivienda Angatuba, en cambio, el agregado ciclópeo son ladrillos de demolición y los muros que se constituyen no soportan cargas, sino que que configuran el cerramiento de un núcleo de servicio.
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* Este artículo fue publicado originalmente el 05 de Junio, 2021